torsdag, august 13, 2009

Mrs. Cellophane.

Salí de ahí con mis cosas a cuestas, temblando un poco, con la respiración revuelta y el corazón en la mano. Sentía un nudo arenoso en la garganta.
Atiné a agarrar el celular y marcar el número de La Venus una vez más, para decirle a ella todas las barbaridades que se me habían cruzado por la cabeza y que no pude decir estando ahí adentro.
Acababa de ocurrir, pero no lo entendía por completo. Me había pasado por encima. Estaba llena de sensaciones encontradas y de mucha bronca.
De nuevo estaba llorando sola en la parada del colectivo y me puse a pensar en como esta imagen se estaba volviendo un eterno dèja-vu. Que triste, no se me había tenido en cuenta, yo no importaba ni un poquito así.

No es justo.
Tengo ganas de gritartelo en la cara.
Siento que gané una batalla que no esperaba. La enfrenté, la miré a los ojos y le sonreí con mucha amabilidad, a pesar de que jamás de los jamases pensé que iba a suceder.
Pero no me la merecía.
Eso es.
No me la merecía.

Aunque claro, ahora que lo pienso, yo soy Mrs. Cellophane.

2 kommentarer:

Romi.- sagde ...

te abrazo a la distancia

Romi.- sagde ...

como va eso?

I am not young enough to know everything.
·Oscar Wilde·

Soy Fotógrafa.

Ya fue