Anoche estuve bailando en Barcelona.
En Curitiba.
En Tijuana.
En Córdoba.
Anoche baile en lugares que no conozco y en lugares que podría transitar tranquilamente con los ojos cerrados usando solo la memoria.
Anoche, cada giro era un relámpago de alguna calle conocida.
Anoche, cada vez que despegaba los pies del suelo me sentía en plan de vuelo y me teletransportaba.
Yo no soy de ningun lugar.
Soy de todos los lugares.
Y por más de que ahora estoy acá, mi espíritú se desintegra constantemente en burbujas de mundo.
1 kommentar:
Qué lindo el espíritu vagamundo, es el más inquieto y colorido de todos. Cuando vaya a Córdoba te invito una birra y me lo contagiás!
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