Supongamos un muchacho... le llamaremos A.
Supongamos una muchacha [bellísima, encantadora, irresistible]... le llamaremos Miss Strange.
Supongamos que el muchacho y la muchacha se encuentran en varias ocasiones desde Julio del año pasado.
En Noviembre del año pasado deciden que se caen bien el uno al otro y bueno... pasa lo que tiene que pasar. Vuelve a pasar en Diciembre.
Ante una negación de A. con la tecnología, y dadas las distancias entre los dos sujetos supuestos, la comunicación entre los muchachos es cuasi nula.
En Agosto vuélvense a ver... todo muy lindo, pero como consecuencia de la nueva incertidumbre, Miss Strange acaba broken hearted.
¿Que decide hacer, entonces, la susodicha?
Olvidarlo... lógicamente.
Claro, esto a Miss Strange le resulta fácil porque como A. tiene una negación con la tecnología [¿como alguien puede...? en fin] nunca en la vida responde un mail, ni aparece por msn, ni intenta enviar señales de humo, y por supuesto no tiene celular.
Ah! Pero justo en el momento en el que Miss Strange logra tomar fuerzas para olvidar, sucede lo detallado a continuación:
Aparece un recuadro naranja en la barra de herramientas, que titila...
A. dice:
Che, nena, y al final ¿viene ud. en Octubre?
Merece la horca.
mandag, september 19, 2005
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I am not young enough to know everything.
·Oscar Wilde·
·Oscar Wilde·
2 kommentarer:
Yo a Miss Strange le diría "get over it and move on"... y si, cuando un flaco pincha, pincha...
Y este, pinchó.
Yo diría que María Pía me conoce demasiado...
y que es la bocha: Flaco, estás familiarizado con el término *pinchó*?
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